Sabíamos que en sexto semestre teníamos que crear una microempresa y por ende ya teníamos cada una de nosotras una idea de con quien hacer equipo y cuál iba hacer el producto, pero al llegar a ese día todo dio un giro.
En el caso de Fernanda la tesorera de la empresa, quedo separada de las personas con las que planeaba hacer equipo por lo que se integró con Ahtziri la presidenta y luego se unió Andrea la secretaria de la microempresa, y así es como empieza tomar forma este proyecto.
Al momento de generar ideas para la microempresa surgieron varias de las cuales solo sobre salieron dos, Mochis y Sushi el cual fue descartado con un 73% gracias a una encuesta aplicada a 100 personas. Una vez que supimos que los Mochis serian nuestro producto empezamos a practicar y a mejorar la receta para obtener la mejor consistencia, esta etapa de prueba y error fue de las más difíciles ya que hacer este postre japón no es nada sencillo y requiere de mucha práctica.
Esta microempresa está integrada por tres personas con formas de pensar totalmente diferentes y esto ha generado conflictos en la parte creativa, pero por suerte todas coincidimos a la hora de elegir un nombre para la empresa, queríamos un nombre corto y fácil de recordar y en ese momento surgió la idea de ponerle a nuestra empresa “Michis”, nombre que suena como un juego de palabras y que cumple con nuestros requisitos, además de que nos pareció buena idea que la mascota de la empresa fuera un gato.
El día de nuestra primera venta en el Bachillerato Tecnológico de El Grullo las cosas no salieron como las planeamos, un día antes de la venta preparamos los Mochis y estos no se prestaron del todo para formar un Mochi relleno lo que nos ocasionó estrés, pero por suerte logramos mejorarlo un poco, por esta razón llevamos muy poco producto el día de la venta y se nos terminó el producto muy rápido. Esta venta resulto en una pérdida de 220 pesos ya que nos equivocamos a la hora de elaborar los costos, pero no nos desanimamos, esta experiencia nos sirvió para las siguientes ventas y aun así hay algunos detalles que corregir, pero siempre seguimos adelante y aprendiendo de estos errores.
Actualmente tenemos una mejor administración y una convivencia más cercana de colegas que trabajan juntas para sacar a delante un proyecto del cual nos beneficiamos todas y no como unas simple extrañas que se ven obligadas a trabajar juntas para no reprobar una materia.
Esperamos concluir con esta microempresa de la mejor manera, al igual que con las integrantes que trabajan arduamente para que todo esto sea posible. Gracias a nuestros clientes y colaboradores, Michis les desea una vida llena de felicidad, aprendizaje y amor porque recuerda que solo los gatos tienen 7 vidas.